Las instalaciones eléctricas en viviendas antiguas pueden desgastarse con el tiempo y dejar de cumplir con las normas actuales de seguridad. El cableado obsoleto, enchufes deteriorados o cuadros eléctricos antiguos pueden generar riesgos invisibles como sobrecargas o cortocircuitos. Una renovación profesional de la instalación eléctrica comienza con una inspección completa del sistema actual. Se evalúa qué elementos deben ser reemplazados para garantizar la seguridad, como puede ser la modernización del cuadro eléctrico, el cableado o los mecanismos de conexión. El desgaste muchas veces no es visible a simple vista y solo se detecta cuando surgen fallos, chispazos o pequeñas descargas. Por eso es recomendable realizar revisiones periódicas, sobre todo si nota que el sistema es inestable o presenta dificultades al utilizar varios electrodomésticos al mismo tiempo. Durante la renovación también se verifica si la instalación cumple con la normativa española REBT, prestando especial atención a la puesta a tierra y a la protección contra sobretensiones. Actualizar su instalación eléctrica a tiempo le permitirá evitar situaciones peligrosas, mejorar el rendimiento del sistema y preparar su vivienda para un uso eléctrico moderno y seguro.